Lo único que tienen de blanco las vidas de las personas excluidas de
la sociedad como si fuesen leprosos, son
estas letras.
Niños, ancianos, y adultos en general. Todos son excluidos
en el momento en el que la ley de la violencia
se apodera de su tranquilo barrio
Malas miradas, asco, lástima ... generan todo tipo de reacciones
en cuanto salen de la burbuja infernal en la que
viven y se exponen a los ojos de la sociedad
Y mientras, los inocentes sufren la cruel ira de los delirios
de las drogas ...
"si no das, te dan" ese es el lema de los barrios marginales.
¿No será consecuencia de nuestros desprecios?
¿De nuestras continuas humillaciones de todo tipo hacia ellos?
¿Serguirían siendo iguales los barrios si empezásemos
a respetar con ellos, el derecho de igualdad
que no nos cansamos de exigir para nosotros?
¿Tal vez cambiarían las cosas si les enseñásemos que
la mejor forma de arreglar las cosas es hablándolas?
Qué razón tienes,compañera!!
ResponderEliminarEs triste la vida del que se cree mejor que el resto POR NADA.Es una sinrazón.
Un saludo.